Cuando os enseñen objetivos oireis decir “este objetivo es de 28mm” (objetivo fijo), “este objetivo es un 35-140mm” (objetivo con zoom) ó expresiones semejantes. Lo que os están indicando es, para entendernos de manera sencilla, lo que es capaz de abarcar la cámara (angular) o lo que es capaz de acercar (tele-zoom) al tirar la foto. Así, la regla a tener en cuenta es, para el número inferior del rango que indique el objetivo “cuantos menos milímetros, más campo abarcará la foto” y, para el número superior que indique el objetivo “cuantos más milímetros, más acercará la foto”. Pensad en las veces en las que quereis sacar una foto a un monumento y nos os cabe en el visor. Pues bien, los objetivos cuyo número mínimo esté por debajo de 35mm se consideran angulares, es decir, “captan mucho margen”.
Un objetivo de 28mm ya es una buena opción para el campo, y uno de 24mm mejor aún si queremos sacar grandes zonas. Por el contrario, si el objetivo (su número mínimo) es de 35mm o más, nos causará más de un quebradero de cabeza porque la cámara captará un margen más estrecho en el mejor de los casos y no nos entrará la iglesia, o el salón de casa, etc. Y lo mismo sucede para el número mayor, pero a la inversa. Éste nos indicará el poder de magnificación (de ampliación) del objetivo de manera que, a mayor número mayor acercamiento (y, lógicamente, menos campo visual). Si lo que buscamos son teleobjetivos para Naturaleza, alrededor de 200mm está bien y por encima mejor (hasta 300-400mm son asequibles y a partir de ahí carísimos) pero con el inconveniente de que cuanto más acercamiento más temblequeo (junto con más peso) y, como resultado, más posibilidad de fotos movidas (en otro bricofoto plantearemos como evitar ésto en lo posible).Nos vemos en el próximo bricofoto: "Comprando cámara: Formatos de imagen".