Ya se acerca el momento de reiniciar nuestra actividad montañera y muchos ya estaréis preparando la mochila para tenerlo todo dispuesto ese día tan esperado, para nuestro Grupo el próximo día 5 de octubre al “DESFILADERO DE LOS CALDERONES”.
Pues bien,
vamos a tratar de ayudaros a preparar la mochila con unos consejos básicos, aún
a sabiendas de que cada uno podamos considerarlo como algo personal, pero tened
en cuenta que el llevar una mochila bien estructurada nos ayudará mucho en
diversas circunstancias.
Aunque
resulte un poco largo, por favor, leedlo.
Consejos útiles: Mochila para rutas
de senderismo
Es difícil imaginar un elemento más básico y vital
para los amantes de la aventura que la mochila, es una herramienta de
transporte indispensable para hacer montaña, escalar o hacer viajes de
trekking.
Distribuir correctamente el peso
Ante todo, hay que evitar el exceso de peso. Una carga
razonable oscila entre los 10 y 15 kilos bien distribuidos.
A la hora de hacer la mochila, hay que guiarse por dos principios fundamentales:
- Colocar los objetos en función de su peso
Centrar los objetos más pesados en torno a un imaginario eje central y rodearlo con los elementos más ligeros y flexibles, hasta conseguir un conjunto uniforme que evite desplazamientos.
El correcto llenado de la mochila es
importante, y va en función del tipo de terreno por el que uno se va a mover:
Para terreno
fácil conviene
llevar el centro de gravedad de la mochila arriba del todo y por lo tanto, la
parte más pesada de la carga situada cerca de los hombros.
Para terreno difícil conviene llevar el centro de gravedad en el centro de la mochila, por lo tanto, la parte más pesada de la carga, situada cerca de la espalda. Esta distribución favorece la estabilidad.
Para terreno difícil conviene llevar el centro de gravedad en el centro de la mochila, por lo tanto, la parte más pesada de la carga, situada cerca de la espalda. Esta distribución favorece la estabilidad.
- Colocar los objetos en función de su utilidad.
Todo aquello
que se imprescindible a lo largo del camino (bebida, una prenda de abrigo…) se
pondrá en la parte de arriba o en los bolsillos exteriores.
El borde inferior de la mochila y el peso deben quedar sobre el hueco de la pelvis: hay que intentar centrar al máximo la pelvis. Aproximándola a la espalda para un mayor control.
El borde inferior de la mochila y el peso deben quedar sobre el hueco de la pelvis: hay que intentar centrar al máximo la pelvis. Aproximándola a la espalda para un mayor control.
¡Nunca cuelgues objetos por fuera de
la mochila! Desequilibran y podrían llegar a perderse con facilidad.
Mochila para mujeres
Existen bastantes modelos de mochila que en su
fabricación tienen en cuenta las especificidades de la anatomía femenina:
espalda más corta, cadera más ancha y pecho más expuesto, lo cuál hace
necesaria una repartición diferente de las cargas a nivel de la espalda y una
concepción diferente del cinturón abdominal así como del sistema de cintas para
evitar que oprima el pecho. De todos modos, el que una mochila no tenga un
diseño específico para la anatomía femenina, no implica, en absoluto, que no
pueda ser utilizada satisfactoriamente por una mujer.
Como llevar una mochila
La mochila tiene que ir totalmente
pegada a la espalda, por lo que deben tensarse al máximo las hombreras y
correas de modo que se adapten por completo al contorno del cuerpo. Hay que
ajustar bien el cinturón a la cintura para liberar a la columna y los hombros
de gran parte del peso. Si existiese una cinta de unión entre las hombreas,
ésta ha de ser abrochada para repartir otra parte del peso hacia el pecho y
proporcionar mayor comodidad al andar. Si se siguen estos consejos, se podrá
realizar cualquier tipo de actividad con la mochila a cuestas y será muy
difícil perder el equilibrio.
Colocación
Posición
incorrecta de la mochila
El peso no debe recaer sobre los riñones
forzando la postura y convirtiendo en incómoda la marcha.
Posición
correcta de la mochila
El peso tiene que quedar repartido
uniformemente entre las caderas y los hombros, adoptando una postura más firme
y por tanto más cómoda.
Cada persona tiene diferentes
medidas, se recomienda regular la altura a través del tensado de las hombreras
y el ajuste del cinturón.
Al portar una mochila de diseño
anatómico, la espina dorsal recibe el peso uniformemente.
Las vértebras dorsales concentran
todo el peso de una mochila incorrectamente colocada, dificultando el caminar
.
Con una mochila adecuadamente
adaptada al cuerpo, se pueden practicar otras actividades sin perder el
equilibrio.
En terreno difícil, al esquiar,
durante descensos de montaña etc., se debe ajustar las cintas de la mochila al
máximo para favorecer que cuerpo y mochila actúen como uno sólo.
Las mochilas modernas llevan el
cinturón lumbar. El cinturón lumbar es una parte clave en una mochila de tamaño
medio o grande. De su confort y diseño depende la facilidad de una mochila para
mantenerse firme en la espalda impidiendo oscilaciones que nos
desequilibrarían. Conviene que el cinturón sea blando en la parte interna para
más comodidad, y algo más rígido en la parte exterior para una mayor
resistencia a la torsión.
Puntos de apoyo en posición
correcta. Una mochila, debe distribuir eficazmente el peso a lo largo de los
hombros, espalda y caderas; debe estar ergonómicamente diseñada. Abrochar la correa de unión de las
hombreras, si tu mochila dispone de ella.
Consejos de uso
Seleccionar el modelo según la morfología de cada uno,
regular las hombreras sin apretar las hombreras sin apretar excesivamente,
facilitando la circulación y ventilación del conjunto.
Que sea fácil de liberarse de la carga en caso de
desequilibrio, pudiendo salir por un lateral. Las correas de cintura disminuyen
los deslizamientos colaborando a una mayor sujeción y son fáciles de soltar.
No escojas una mochila grande sólo porque la creas más
polivalente. Si cabe más, seguramente la llenarás más, con los problemas que
ello origina a la hora de caminar.
Tenga claro para qué la va a usar. Cada deporte
(esquí, senderismo, bicicleta de montaña, alpinismo...) tiene sus
peculiaridades, y hay mochilas que se adaptan a cada actividad concreta con
portaobjetos específicos.
Es muy bueno que la espaldera tenga un sistema de
aireación adecuado y que el tejido con que está confeccionado no absorba ni
retenga el sudor.
El volumen o la capacidad de la
mochila
Viene expresada en litros y depende de la actividad
más habitual (marcha, escalada, esquí...)
Debe pensarse bien el tamaño de la mochila necesaria:
una mochila muy grande da mucho espacio para llevar cosas, pero es posible que
esa abundancia de espacio te tiente a cargar con llevar demasiadas cosas
innecesarias en salidas cortas.
Lo ideal sería tener al menos dos mochilas de distinto
tamaño para poder utilizar una u otra en función del tipo de salida que se
desea acometer.
Las mochilas lisas y sin bolsillos
laterales
Facilitan el paso a través de vegetación o pasajes
estrechos ya que sobresalen mínimamente de nuestra anatomía. Permiten llevar
esquís y bastones laterales.ienen facilidad de arrastre al izarlas (durante
escaladas).
Con bolsillos laterales
Permiten el acceso rápido e independiente a partes del
equipo. Algunos modelos técnicos tienen bolsillos desmontables y pueden usarse
como piezas separadas.
Costuras
El sistema de costuras que cohesiona las distintas
partes de una mochila, es de la mayor importancia. Las costuras deben ser
duraderas y, las que deban soportar un gran esfuerzo de vencer dobles o
triples, o incluir algún sistema de refuerzo eficaz. El hilo debe ser de alta
resistencia e indestructible. El ideal es un hilo de poliamida 100% de alta
calidad.
Y por último, si eliges la mochila cuidadosamente, podría durarte
toda la vida...
Grupo de Montaña Monsacro