En el día de hoy, a través de un e-amaill que nos ha dirigido su hijo Dario, hemos tenido conocimiento del fallecimiento de RUFINO ALVAREZ GUIJARRO, para los antiguos que quedamos, cada vez menos, RUFINO, hecho ya acaecido hace unos meses en Valladolid, capital a la cual había trasladado su residencia después de haber fallecido su esposa y también compañera nuestra de montaña ANA.
Tenemos que recordarle por muchos motivos, pero de forma especial hemos de hacerlo por aquellos momentos en los que, hace ya muchos años, cuando regresábamos en el autobús después de una fatigosa jormada de montaña, todavía era capaz de deleitarnos con su potente voz entonando las canciones que domingo tras domingo repetíamos y nunca nos cansábamos de escuchar.
Pese a que desde hace muchos años dejó la actividad montañera por cuestiones de salud, quiso mantener su vinculación con el Grupo hasta el final. Cuando al fallecimiento de su esposa Ana le pregunté que si quería darse de baja como socio, su respuesta fué contundente "de ninguna manera", lo que, sin duda, refleja el cariño que siempre tuvo al Grupo de Montaña Monsacro.
Para finalizar, como anécdota, los que le conocisteis recordareis que era un hombre muy fuerte y de peso, lo que le hacía llegar muchas veces un poco descolgado del resto del grupo a los puntos de descanso, y cuando él aparecía y ya lo teníamos cerca sonaba la frase "vamos que ya llegó Rufino", a lo que él respondía con algún improperio cariñoso. ¡¡¡Qué tiempos!!!. Ya no tendremos que esperarle, él nos espera.
Descanse en paz el amigo que siempre fué y para toda su familia nuestro más sentido pésame.
Norberto Nosti Movellán
Grupo de Montaña Monsacro