Hoy daremos unas pinceladas sobre otro de nuestros puntos de visita en el viaje: El Gran Cañón del Colorado (Grand Canyon). Grand Canyon es el resultado de la erosión, durante millones de años, del río Colorado y está considerado como una de las maravillas naturales del mundo. Tiene unos 446 km de longitud y la distancia entre ambas vertientes se situa entre 6 y 29 km, alcanzando más de 1.600 m. de profundidad. Comienza en Lee's Ferry y se extiende hasta Phantom Ranch (cerca del lago Mead).
La elevación de la meseta del Colorado es desigual, como resultado el borde norte (North Rim) del Gran Cañón está situado 300 metros por encima del borde sur (South Rim). Esta diferencia de elevación hace que el río discurra más cerca del South Rim que del North Rim. Para llegar de un lado a otro sólo se puede realizar el trayecto por carretera que circunvala toda la zona y que lleva unas 5 horas.
Las temperaturas en el North Rim son generalmente menores que en el South Rim debido a la mayor elevación (2.483 m sobre el nivel del mar) y las grandes nevadas son habituales durante los meses de invierno. Con el actual caudal, se calcula que el río Colorado podría profundizar otros 370 a 600 metros en la roca antes de alcanzar el nivel base. Se conoce poco sobre los pueblos que vivieron en esta zona hace unos 9.000 años. Eran cazadores y recolectores. Además de visitar el South Rim (lo más habitual y turístico, con las conocidas vistas del cañón), se pueden realizar multitud de actividades como rafting o descenso de ríos y treckings.
El fondo del valle es accesible caminando, en caballo o en barca descendiendo desde la parte superior del río. Los rangers y cuidadores del parque desaconsejan realizar en un solo día el descenso al río y el regreso debido a la distancia, la fuerte pendiente y, sobre todo, el peligro de agotamiento por calor debido a las altas temperaturas que se alcanzan en el fondo. Es decir, es aconsejable la acampada.
También existe la posibilidad de realizar vuelos en helicóptero por el interior, no demasiado caros. Nosotros no pudimos realizarlo por falta de tiempo, pero esas 5 horas que empleamos en acercarnos hasta la orilla norte bien merecieron la pena sacrificar la aventura del helicoptero, pues se trata de una zona mucho menos visitada y también espectacular.
La elevación de la meseta del Colorado es desigual, como resultado el borde norte (North Rim) del Gran Cañón está situado 300 metros por encima del borde sur (South Rim). Esta diferencia de elevación hace que el río discurra más cerca del South Rim que del North Rim. Para llegar de un lado a otro sólo se puede realizar el trayecto por carretera que circunvala toda la zona y que lleva unas 5 horas.
Las temperaturas en el North Rim son generalmente menores que en el South Rim debido a la mayor elevación (2.483 m sobre el nivel del mar) y las grandes nevadas son habituales durante los meses de invierno. Con el actual caudal, se calcula que el río Colorado podría profundizar otros 370 a 600 metros en la roca antes de alcanzar el nivel base. Se conoce poco sobre los pueblos que vivieron en esta zona hace unos 9.000 años. Eran cazadores y recolectores. Además de visitar el South Rim (lo más habitual y turístico, con las conocidas vistas del cañón), se pueden realizar multitud de actividades como rafting o descenso de ríos y treckings.
El fondo del valle es accesible caminando, en caballo o en barca descendiendo desde la parte superior del río. Los rangers y cuidadores del parque desaconsejan realizar en un solo día el descenso al río y el regreso debido a la distancia, la fuerte pendiente y, sobre todo, el peligro de agotamiento por calor debido a las altas temperaturas que se alcanzan en el fondo. Es decir, es aconsejable la acampada.
También existe la posibilidad de realizar vuelos en helicóptero por el interior, no demasiado caros. Nosotros no pudimos realizarlo por falta de tiempo, pero esas 5 horas que empleamos en acercarnos hasta la orilla norte bien merecieron la pena sacrificar la aventura del helicoptero, pues se trata de una zona mucho menos visitada y también espectacular.
A decir verdad, y como en el resto de parques, todo es espectáculo natural. Pero me gustaría dar algún consejo si es que algún día os animais a visitarlo: reservad con anterlación puesto que los lugares en los que hospedarse (si es que no haceis acampada) son escasos y tienen mucha demanda. También, intentad la visita al atardecer o en su caso al amanecer, para aprovechar la luz baja del sol que crea más sombras y contrastes en el paisaje, además de incrementar ese rojo natural del terreno. Y, por su puesto, llevaros agua, puesto que no hay demasiados sitios en los que hacerse con ella.
Quizás porque teníamos unas grandes espectativas sobre este lugar, nos encontramos con menos de lo que nos imaginábamos. Es decir, no dejando de ser espectacular, existen otros parques que bien por sus dimensiones o bien por su orografía para nada desmerecen el nivel de asombro que os pueda causar éste. Seguramente lo que nos faltó fue algún trecking por el fondo del cañón, por lo que recomiendo a quien lea estas palabras que se tome algo más de tiempo en su visita (unos 3 días) para poder disfrutarlo "a fondo".
¡Nos vemos en el próximo parque!
¡Nos vemos en el próximo parque!