¿POR QUÉ TANTO EN TAN POCO TIEMPO?


Cuando todavía teníamos en nuestras mentes y en nuestras retinas las imágenes vivas de nuestros amigos Manolo Villaverde y Ángel Santiago, fallecidos en el 26 de marzo el primero y el pasado 6 de julio el segundo, por tercera vez en el breve plazo de cuatro meses la vida nos vuelve a dar otro duro golpe, ahora en la persona de nuestro compañero JORGE TOMAS RAMOS CARRACEDO, fallecido el pasado 28 de julio, para mí también un gran amigo desde la adolescencia en que coincidimos como alumnos del Colegio San Isidoro.

Jorge fue uno de los miembros que conformaron el colectivo montañero de nuestro Grupo en sus inicios, si bien durante algún tiempo, por circunstancias, no tuvimos la suerte de contar con su compañía, de ahí que muchos de los que ahora constituimos la familia montañera del Monsacro no lo conocieran, pero desde hace ya algunos años la mayoría hemos podido volver a disfrutar de su amistad, de su afabilidad, de su saber estar, de su discreción, siempre acompañado de su esposa Telvi, gozando ambos entre todos nosotros de una gran estima y cariño.

Como muchos ya sabíais, desde hace un tiempo Jorge se vió afectado por una enfermedad que le obligó a permanecer hospitalizado durante los últimos meses, sin que pese a ello haya podido superarla. Los que tuvimos la suerte de poder acompañarle en algunos momentos de su estancia en el hospital, hemos podido comprobar su entereza y fuerza de voluntad ante la adversidad, pues en ningún momento nos dió signos de debilidad, sino todo lo contrario, se mostraba fuerte y afable con todos los que le rodeaban. Siempre tuvo en su mente que en algún momento iba a llegar la hora de su recuperación, pensaba en aquel viaje que íba a realizar a Galicia para estar junto a sus primos, donde decía completaría la ansiada victoria contra la enfermedad, si bien, lamentablemente, pudo más ésta que su encomiable tesón para luchar contra ella.

Desde estas líneas y en nombre de todo el colectivo del Grupo de Montaña Monsacro, nuestro más sentido pésame para Telvi, esposa ejemplar de Jorge.

Como colofón transcribo un poema de D. Ignacio de la Concha que habla de la montaña, en la que tan buenos momentos hemos pasado juntos.

Que sólo estaba el camino sin tu huella,
la luna no salió esa noche,
se ocultaron al no verte las estrellas.
Te buscó el viento por el hayedo,
a veces silbando suave,
a veces aullando fiero
y al no encontrarte
lo cubrió todo de hielo.
Los rebecos se juntaron al más viejo,
el lobo vagó sin rumbo,
no pudo el oso continuar su sueño…

Yo, en mi pena, miraba inquieto
tantos amigos tristes, tanto desasosiego.
No tuve más que decirles,
viendo lo que te cuento,
dejad de llorar amigos,
no estéis tristes compañeros,
que sin duda os quiere a todos,
está soñando con veros…

Que pronto andará el camino,
que pronto cruzará el hayedo,
que pronto subirá al pico helado,
confundido con el cielo.
Las estrellas y la luna
reflejadas en el hielo
nos tendrán pronto jugando
con sus destellos
y hará cosquillas al viento
revolcándolo en el suelo.

Y todo esto os lo digo
porque sé sus sentimientos.
Que me los contó al oído
en muchas tardes de cuento
subiendo y bajando riscos,
caminando por senderos,
cresteando por los picos
en tantos días de ensueño.

No tengo más que deciros
lo recalco con empeño.

Pronto volveremos juntos
de verdad
os lo prometo


Norberto Nosti
Presidente del G.M.Monsacro