Vereis, desde hace algún tiempo para acá, la carrera comercial en fotografía digital se ha basado en hacer crecer el número de píxeles de los sensores de las cámaras. En principio, cuantos más píxeles mejor, porque más detalle tendrá la imagen que tomemos. Pero no siempre es así y es que “el tamaño sí que importa”. Nos referimos al tamaño del sensor, que es una de las características que podeis buscar sobre las cámaras en sus especificaciones (en su manual o en Internet). La regla general es “cuanto más grande (en tamaño) sea el sensor, mejor calidad aportará”. Esto se debe a que el sensor es una pieza que se compone de una rejilla de captadores de luz (pequeñas células fotoeléctricas) que son los encargados de crear cada pixel (es decir, es una rejilla de millones de captadores, tantos como “megapixeles” nos digan que tiene la cámara). Pues bien, estos captadores tienen un “cupo máximo” de captación de energía (de luz que, al final, genera electricidad) que está relacionado directamente con su tamaño. Pero a la cámara no sólo llega la energía lumínica de lo que estamos enfocando, sino otra mucha energía en forma de interferencias (principalmente energía electromagnética de la propia cámara).
Cuanto más pequeños sean estos captadores más pronto se “saturarán” de energía recibida (la luz de lo que estamos fotografíando y las interferencias) con lo que dejarán de cumplir correctamente su función. Esto es lo que provoca que en las fotografías digitales aparezca “ruido”, o lo que en fotografía tradicional se denomina “grano” (aunque éste se debe a otros motivos y tiene otra naturaleza).
Según lo anterior, os pondremos un ejemplo práctico a la hora de comprar una cámara: si hablamos de dos cámaras de 10 megapixeles y vemos en sus especifiacciones el tamaño de sus sensores resultando ser uno de ellos más grande que otro, ¿cuál de las dos cámaras tendrá los captadores (fotosensores) más pequeños? Evidentemente la que tenga el sensor más pequeño. Pues por ese motivo (y como pauta general) la cámara de sensor más pequeño presentará, a priori, más ruido y, con ello, una calidad de imagen más pobre.
En resúmen, la calidad de una cámara no se encuentra sólamente en sus megapixeles o en su marca, sino también en la proporción existente entre el tamaño de su sensor y los megapixeles del mismo (a más tamaño por pixel mejor comportamiento).
Nos vemos en el próximo bricofoto: "Comprando cámara: objetivo y su luminosidad".
Notas:
¿Qué es una cámara réflex? Es aquella en la que podemos intercambiar los objetivos y en la que, al mirar por el visor, vemos a través del propio objetivo que tengamos instalado. La ventaja de una compacta es que nos cabe en el bolsillo y la ventaja de una réflex es que da mucha más calidad, control sonbre la fotografía y podemos poner diferentes objetivos según necesitemos.
¿Qué es el sensor? Es el sustituto de la película tradiconal, es decir, es el elemento electrónico encargado de recibir y detectar la imagen que queramos tomar.
¿Qué es un pixel? En el mundo de la imagen digital, las fotografías son el resultado de un mosaico de puntos de color, que, vistos todos en conjunto, crean formas, imágenes. Si ampliamos sucesivamente una fotografía digital, acabaremos por ver cuadrados de colores. A cada uno de estos cuadrados es a lo que denominamos pixel. Un “megapixel” es una cantidad de píxeles equivalente a 1048576 píxeles.